Una lágrima cae en mi mejilla
porque tú te vas.
Un dolor en el pecho me martiriza
al pensar que no te volveré a ver.
El tiempo se pone en mi contra
porque acelera su paso.
La niebla del amanecer empaña
mi destino.
El viento sopla fuerte y te aleja
cada vez más.
Y me pregunto: ¿En qué momento
te dejaré escapar?
¿Qué fue lo que hice para hacerte marchar?
Y con un murmullo me contestas
en el momento en que me dejaste de amar,
Y sólo te digo que nunca te dejé de amar,
tan sólo no te lo pude demostrar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Dejános tu cariñito