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Mostrando entradas de mayo, 2008

En tu angosto silbido está tu quid

En tu angosto silbido está tu quid, y, cohete, te elevas o te abates; de la arena, del sol con más quilates, lógica consecuencia de la vid. Por mi dicha, a mi madre, con tu ardid, en humanos hiciste entrar combates. Dame, aunque se horroricen los gitanos, veneno activo el más, de los manzanos.

El pescador

Hinchada el agua, espumajea, mientras sentado el pescador que algúnn pez muerda el anzuelo plácido aguarda y bonachón. De pronto la onda se rasga, y de su seno—¡oh maravilla!— toda mojada, una mujer saca su grácil figurilla. Y con voz rítmica le increpa: —¿Por qué, valiéndote de mañas, hombre cruel, tiras de mí para que muera en esta playa? ¡Si tú supieras qué delicia allá se goza bajo el agua, tal como estas te arrojarías al mar, dejando en paz la caña! ¿No ves al sol, no ves la luna cómo en las ondas se recrean? ¿Doble de hermosos no parecen cuando en las agujas se reflejan? ¿No te seduce el hondo cielo cuando su azul, húmedo muesta? Cuando este aljófar lo salpica, ¿del propio rostro no te prendas? Hinchada el agua, espumajea, del pescador lame los pies; siente el cuitado una nostalgia, cual si a su amada viera fiel. Cantaba un tanto la sirena, todo pasó en un santiamén; tiró ella de él, resbaló el hombre, nunca más se dejó ver.

La violeta

En la pradera una violeta había encorvada y perdida entre la yerba, con todo y ser una gentil violeta. Una linda pastora, con leve paso y desenfado alegre, llegó cruzando por el prado verde, y este canto se escapa de su boca: —¡Ay! Si yo fuera—la violeta dice— la flor más bella de las flores todas..., pero tan solo una violeta soy, ¡condenada a morir sobre el corpiño de una muchacha loca! ¡Ah, mi reinado es breve en demasía; tan solo un cuarto de hora! En tanto que cantaba, la doncella, sin fijarse en la pobre violetilla, hollóla con sus pies hasta aplastarla. Y al sucumbir, pensó la florecilla, todavia con orgullo: —Es ella, al menos, quien la muerte me da con sus pies lindos, no me ha sido del todo el sino adverso

La fuerza de la costumbre

¡Amé ya antes de ahora, mas ahora es cuando amo! Antes era el esclavo; ahora el servidor soy. De todos el esclavo en otro tiempo era; a una beldad tan solo mi vasallaje doy; que ella también me sirve, gustosa, a fuerza de amante, ¿cómo con otra alguna a complacerme voy? ¡Creer imaginaba, pero ahora es cuando creo! Y aunque raro parezca y hasta vituperable, a la creyente grey muy gustoso me adhiero; que al través de mil fuertes duras contrariedades, de muy graves apuros e inminentes peligros, todo de pronto leve se me hizo y tolerable. ¡Comidas hacía antes, pero ahora es cuando como! Buen humor y alegría bulléndome en el cuerpo, al sentarme a la mesa todo pesar olvido. Engulle aprisa el joven y se va de bureo; a mí, en cambio, me place yantar en sitio alegre; saboreo los manjares y en su olor me recreo. ¡Antaño bebí, hoy es cuando bebo a gusto! El vino nos eleva, nos hace soberanos y las lenguas esclavas desata y manumite. Sí, sedante bebida no escatiméis, hermanos, que si del rancio vi...

A la luna

¡Oh tú, la hermana de la luz primera, símbolo del amor en la tristeza! Ciñe tu rostro encantador la bruma, orlada de argentados resplandores; Tu sigiloso paso de los antros durante el día cerrados cual sepulcros, a los tristes fantasmas despabila, y a mí también y a las nocturnas aves. Tu mirada domina escrutadora y señorea el dilatado espacio. ¡Oh, elévame hasta ti, ponme a tu vera! No niegues a mi ensueño esta ventura; y en plácido reposo el caballero pueda ver a hurtadillas de su amada, las noches tras los vidrios enrejados. Del contemplar la dicha incomparable, de la distancia los tormentos calma, yo tus rayos de luz concentro, ¡oh luna!, y mi mirada aguzo, escrutadora; poco a poco voy viendo los contornos del bello cuerpo libre de tapujos, y hacia él me inclino, tierno y anhelante, cual tú hacia el de Endimión en otro tiempo.

La hermosa noche

Abandonar debo el chozo donde vive mi adorada, y con paso sigiloso vago por la selva árida; brilla la luna en la fronda, alienta una brisa blanda, y el abedul, columpiándose, a ella eleva su fragancia. ¡Cómo me place el frescor de la bella noche estiva! ¡Qué bien se siente aquí lo que nos llena de dicha! ¡Trabajo cuesta decirlo!... Y sin embargo, daría yo mil noches como esta por una junto a mi amiga.

La despedida

¡Deja que adiós te diga con los ojos, ya que a decirlo niéganse mis labios ¡La despedida es una cosa seria aun para un hombre, como yo, templado! Triste en el trance se nos hace, incluso del amor la más dulce y tierna prueba; frío se me antoja el beso de tu boca floja tu mano, que la mía estrecha. ¡La caricia más leve, en otro tiempo furtiva y volandera, me encantaba! Era algo así cual la precoz violeta, que en marzo en los jardines arrancaba. Ya no más cortaré fragantes rosas para con ellas coronar tu frente. Paquita es primavera, pero otoño para mí, por desgracia, será siempre.

Un sueño y una realidad

Tus silencios y mis amores un sueño y una realidad par a par, besos a besos tentanciones son deseos y mis deseos son tu ser Cien fuegos, mil pasiones mil sensaciones, cien besos cien pensamientos, mil dudas mil preguntas, cien silencios cien caricias, mil sueños mil sentimientos.. un te amo

Sigues ahí

Los silencios perduran en el tiempo callaron tus labios de hermosura tembló tu música, tembló tu alma sigues ahí y no te veo estas aquí, conmigo, pero no estás espero que vuelvan los sueños deseo que regrese el amor y la tristeza calle Tu nombre es mi ternura tu interior es mi deseo tu corazon mi destino tu amor mi sueño de vida

Pensar en ti

He vuelto a pensar en ti los pensamientos se agolpan los recuerdos llaman tu nombre deseo verte, deseo volver a amarte Te admiro y te venero el cielo me pide tu presencia y yo te pido amor aunque me conforme con el infinito

Olvidarme

No sé si debo llamarte amor o si tu nombre es el olvido ignoro si me hablas con música o tus palabras sólo son recuerdos Desconozco si existes, si quieres o si sólo quieres ser un sueño dime tú si quieres ser y amar Siento tu aroma, ¿estas aquí? te busco, te persigo, pero no estás sé que estas cerca, sé que te amo no te encuentro, ¿donde estás? deja que te ame, no te alejes ¿me dejarás amarte?

Como ellos

Como los poetas que dicen amar como los danzantes que dicen sentir como un niño que quiere no llorar como una lágrima que prefiere no salir como un cielo que no es azul como tu que no quieres ser, no quieres querer No tengo tierra, solo tus ojos mi caminos huyeron detras de ti no tengo fuerzas sin tu fuerza mi soledad llora tus lagrimas ven, amame, ven, quiereme, ven!

Existo

No puedes verme como el aire pero existo como el viento no puedes tocarme sin horizonte pero estoy aquí como el tiempo no puedes amarme pero yo no dejaré de hacerlo Así te cuido y asi existo me ves sin mirarme me acaricias sin tocarme asi estoy contigo y sin ti me rozas con un beso me llevas con palabras asi camino por tus labios asi te amo sin remedio

Camino sin retorno

Llegué a ti sin rumbo me acogiste sin preguntas me rendí ante ti me arrodillé sin pedir sólo supliqué tu amor Caminos sin retorno placeres sin tiempo una sonrisa sin causa una palabra sin motivo un beso sin labios un promesa sin pedirla

Un silencio, Una mirada

Un placer, una palabra un silencio, una mirada un susurro, una promesa un beso, una caricia un segundo, una vida un amor, una mujer... tú Mar de los mares sur de los amores norte de mis deseos navegas por mi alma te detienes en mi y te dejo surcar mi vida

Me enamoro

Me enamoro siendo tú y siendo tú te amo y siendo tú quiero que seas tú para seguir amándote para no parar de quererte se tú, que yo soy tuyo Increíble belleza tierna dulzura la que habla de mí y la que significa todo Tú eres mi estrella

Mezcla de Abrazos

Cuento las sílabas de tu nombre añado tu ternura sumo tu dulzura le pongo varios besos lo mezclo con abrazos y cierro con un sueño de amor Transparente a mis impulsos entregada a mis labios me engaño yo soy el transparente yo soy el entregado yo te amo