Superar una ruptura puede ser muy difícil y en la mayoría de los casos bastante traumática. Al compartir con una persona nuestra vida, hace que dependamos de ella para muchas cosas. En el momento en que esa convivencia acaba consigue que nuestro estado de ánimo y nuestra conducta cambie drásticamente.
Después de la tormenta viene siempre la calma y por muy oscuras que estén las cosas, esa sensación de vacío en el estómago, o ese dolor inexplicable en el corazón, esa pesadez y cansancio en todo el cuerpo, y esa tristeza y desasosiego siempre tienen un final. Con el tiempo la vida vuelve a cobrar sentido y todo queda como un mal sueño. Pero, ¿cómo conseguir que esta etapa sea lo más breve posible?.
Mantener una actitud positiva
Aunque la separación se esté haciendo insoportable, ten en cuenta que le acabarás olvidando. Así que ahuyenta los malos pensamientos de tu cabeza tipo: “jamás le olvidaré”, “nunca podré vivir sin él” o “nunca me volveré a enamorar”. Sé positiva y piensa que el tiempo lo cura todo, aunque ahora te parezca imposible.
Evitar los pensamientos destructivos
Pensar qué estará haciendo él o ella o con quién estará sólo te autodestruirá. Tampoco te mortifiques con ideas como “si hubiera hecho esto…”, “si hubiera dicho aquello…”. Las razones por las que se rompe una pareja son muy complejas y siempre suele haber más de una causa. No pienses en el pasado sino en el presente.
No le llames
No le llames ni frecuentes lo mismos lugares que él o ella para encontrártelo(a). Si la ruptura es reciente, pero definitiva, el tener contacto con él sólo te hará daño. Para que quede una buena amistad es necesario tiempo.
Habla con alguien
Tus amigos y familiares pueden convertirse en el pilar sobre el que apoyarte para superar estos duros momentos, que se conviertan en tu pañuelo de lágrimas. Compartir con alguien los sentimientos de tristeza o depresión ayuda a aliviar el dolor.
Manténte activo(a)
Hacer ejercicio regularmente mejorará tu estado anímico y social y sigue saliendo con amigos y con la familia. No olvides el ámbito intelectual: mantener tu trabajo, involucrarte en proyectos, leer sobre temas que te interesen. En fin, que estés entretenido(a) todo el tiempo posible para que no te dé tiempo a pensar en la ruptura. Esconderse en casa llorando no es nada bueno.
No busques desesperadamente un sustituto
Disfruta de tu libertad. Olvídate eso de “a rey muerto, rey puesto”. Buscar desesperadamente a alguien que sustituya a tu ex es un gran error. Piensa que en este momento eres muy vulnerable y desquitarse cada día con uno acabará haciéndote más daño. Puede ser una buena etapa para conocer gente nueva, interesante, con la que no tengas que adquirir ningún tipo de compromiso. Aunque si conoces a alguien que te ilusione, no tengas miedo y lánzate, no todas las relaciones tienen por qué salir mal.