Tócame...


Tócame, hazme tuyo,
te regalo todo mi cuerpo, mi ser,
para que hagas lo que quieras con él.

La punta de tus dedos que me rozan, me hacen enloquecer imaginando que más vendrá, sintiendo el leve roce...

Tu lengua que despacio se acerca a mi piel
y me humedece, absorves mi energía.

Y llegas ahí donde más intenso se siente el placer, juegas conmigo, te miro, miro como te acercas a mi, y no puedo evitar
retorcerme de placer.

Espiral de fuego mojado en la boca del amor...
eres mi Dios, ahora no adoro otra divinidad que no seas tú.
No siento nada más cuando estás ahí.

Nunca olvides que...

  • La tristeza es un don del cielo, el pesimismo es una enfermedad del espíritu.
  • Ni la ausencia ni el tiempo son nada cuando se ama.
  • Puede uno amar sin ser feliz; puede uno ser feliz sin amar; pero amar y ser feliz es algo prodigioso.
  • El amor es el poder iniciador de la vida; la pasión posibilita su permanencia.
  • En el corazón de todos los inviernos vive una primavera palpitante, y detrás de cada noche, viene una aurora sonriente.
  • La esperanza es el sueño del hombre despierto.
  • Es mejor viajar lleno de esperanza que llegar.
  • La esperanza hace que agite el naufrago sus brazos en medio de las aguas, aún cuando no vea tierra por ningún lado.
  • La esperanza es un árbol en flor que se balancea dulcemente al soplo de las ilusiones.
  • La esperanza es un estimulante vital muy superior a la suerte.
  • La esperanza es el único bien común a todos los hombres; los que todo lo han perdido la poseen aún.
  • Cuando mi voz calle con la muerte, mi corazón te seguirá hablando.
  • Uno está enamorado cuando se da cuenta de que otra persona es única.
  • Un beso legal nunca vale tanto como un beso robado.
  • Hay que escuchar a la cabeza, pero dejar hablar al corazón.
  • El corazón es un niño: espera lo que desea.
  • El amor, para que sea auténtico, debe costarnos.
  • Amar a alguien es decirle: tú no morirás jamás.